lunes, 28 de junio de 2010

Número 3. DISCURSO CONTRA LOS INTELECTUALES. 5 de julio de 2010.

SUMARIO
De actualidad y sección publicitaria
Opinión. Discurso contra los intelectuales
Cartas de los lectores
Colaboraciones. Manuel Cuenya



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DE ACTUALIDAD Y SECCIÓN PUBLICITARIA.


DIEGO LÓPEZ GARRIDO.

Camaleón: “Persona con habilidad para cambiar de actitud, adoptando en cada caso la más ventajosa”. María Moliner.
Propia de gran parte de los políticos que pueblan hoy el zoo parlamentario o los partidos y organizaciones sindicales.
Uno de los más representativos intérpretes de semejante especie, es ese hombre atildado, melífluo, inocuo y vacuo que responde al nombre de Diego López Garrido. Ideal para el cargo que representa en el PSOE. Bien remunerado, sin riesgos y que no le exige expresividad alguna, de la que ya de por si carece. Un cementerio exquisito para quién en no muy lejanos días pacía en aquella izquierda que se decía unida para mayor vilipendio del lenguaje.
Diego López Garrido es el actual secretario de Estado para la UE. Y el domingo 27 de julio nos deleitaba en El País con la profundidad y el rigor de sus palabras a la hora de ofrecer al lector un análisis de la “crisis económica”, otro sarcasmo para definir a uno de los terrorismos de guante blanco que nos esquilman. He aquí frases del político correcto:
“Hemos criticado el naufragio del euro y marcado el rumbo de la Unión”.
“La crisis nos ha puesto ante el espejo y nos ha obligado a dar el paso”.
“Habíamos preparado todas las crisis posibles pero debo reconocer que esa no se nos ocurrió”. (referencia a la explosión del volcán islandés).
Tras leer sus palabras los lectores escuchan cantos gregorianos.


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LETICIA, PRINCESA.


Félix Salten, uno de esos escritores que saben comprometerse con el poder político y el mercado económico, que escribía en el “prestigioso” Die Zeit y lo mismo se mostraba defensor de la moral puritana que publicaba con seudónimo novelitas pornográficas, que terminó en Hollywood donde adaptaron al cine su cuento Bambi, redactó artículos lacayunos para loar a la podrida Corte de Viena, algunos en loor de la princesa Hohenberg, artículos que sin duda firmarían hoy muchos de esos periodistas y escritorzuelos de nuestros medios de comunicación. Reproducimos unos fragmentos. Solo se tiene que cambiar escenario y personaje.

“Nadie sabe cómo es en el fondo esa mujer, se puede sospechar que posee cualidades desacostumbradas, que es una personalidad fuerte y peculiar… Detrás ha de haber una gran fuerza de voluntad, una firmeza de hierro del carácter, o una bondad irresistible, o una sabiduría en la vida con miles de facetas, o un instinto genialmente fino, o también una exhuberancia arcaica, o incluso pasividad total, o con conciencia de adónde se quiere llegar, o sosegada confianza en la felicidad. No lo sabemos… El interés más justificado ha caído en tromba sobre esta mujer… no sabemos lo que ha de pasar aún para que la mujer del heredero del trono pueda permitirse ejercer también eternamente todos los derechos… Llegará a tener, y así ha de ser, la mayor de las influencias, y la voz cantante con el Káiser, a su debido tiempo… Los niños que llaman padre a nuestro futuro monarca la llamarán a ella madre… A la Duquesa de Hohenberg le pertenece el futuro de Austria. Pero nadie sabe lo que trae el futuro”.

No pasaron muchos años antes de que se develara ese futuro: la escabechina de la primera guerra mundial.

Karl Kraus añadía refiriéndose al escritor periodista Salten: No seamos injustos con un hombre de tantas prendas… El mejor periodista de Viena sabe decir en cada momento lo más digno de saberse acerca de la carrera de una condesa o de la ascensión de un globo, de una sesión parlamentaria o de un baile en la Corte. Todo consiste en estar disponible. ¡Sólo con que el mundo no fuera tan injusto!


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RODRIGO RATO.

La gallina acoge a sus polluelos para incubar huevos de oro.

Esta foto apareció publicada en diversos periódicos españoles sin que mereciera un solo comentario, artículo de opinión. Y resulta difícil encontrar testimonio más significativo de la situación económica del país, de lo que es el neoliberalismo político. Porque no existe ni aquí, ni en Europa, ni en Estados Unidos realidad diferente a ésta. Son los bancos quienes gobiernan, imponen sus leyes. Rodrigo Rato, político neoconservador, dirige la poderosa Caja Madrid. Con sus manos oprime las de sus polluelos, los directores de otras cajas de ahorro regionales. Por cierto, eso de ahorro ¿qué significa? Dinero que se deposita en ellas para pagar sueldos millonarios de sus dirigentes y consejeros y ofrecerles una vida garantizada de lujo gracias a la especulación y a los beneficios que obtienen con esos depósitos. Ellos son los señores del ladrillo, de las inversiones que explotan a los trabajadores –ya no existen tipos como Zola, Marx, Dickens, etc que escriban de estas situaciones- quienes gritan para imponer salarios cada vez más bajos, contrataciones a la carta, despidos con el mínimo coste, horarios que vayan recortando derechos y conquistas sociales. Los señores del dinero sonríen, felices. El Estado es suyo. El Estado les proveerá de fondos cuando se reduzcan sus cuantiosos beneficios. Los Presidentes de las Cajas se entregan, eufóricos, a la protección del Gran Patrón, del Gran Hermano que los cobija en su seno y parece estallar de gozo, a punto de que le dé una apoplejía ante la grandeza del espectáculo. Eso es poder y no el de un político al que se puede comprar con treinta monedas. Y el pueblo, ciego, mudo, ni se inmuta.

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OPINIÓN. DISCURSO CONTRA LOS INTELECTUALES. (1)

La mayor parte de los intelectuales de nuestro tiempo han optado por convertirse en fieles adictos del dios mercado: a él sacrifican sus ojos, sus oídos, su trabajo. Allá ellos. Renuncian al ejercicio de la imaginación y niegan la ética y el alcance de la belleza. Que el dinero corrupto y corruptor y el aplauso vano y estéril que reciben, les acompañe hasta la tumba. Ya pocos recordarán, si es que alguna vez las leyeron, las palabras de Hegel:

Comprender lo que es, es la tarea de la filosofía, porque lo que es, es la razón…
En tanto que se es humano, se es solamente por el pensamiento.
Los pensamientos no son las cosas mismas, sino formulados sobre las cosas.

¿Filosofía, pensamiento? Antiguallas. En la era de Internet no se necesitan. Se extinguen, como la libertad. Todos enganchados a la red porque todo está en la red y por ella navegamos sin preguntarnos ni hacia dónde ni para qué. Pensar para interpretar, definir, intentar comprender, crear, dialogar: ¿para qué? Tenemos un nuevo Dios. Antaño dijo Cristo: “el que quiera seguirme que se niegue a sí mismo”. Y hoy nosotros, como sus discípulos de corderos de catecismo, negamos el valor de la diferencia, la capacidad de la crítica, la importancia de la creación para limitarnos a ser votantes, consumidores, de la política o de los bienes o la literatura. Hablar y escribir sin pensar por si mismo, que alguien ya lo hace por nosotros, ignorando que fuera del pensamiento solo existe la senda que lleva al vacío y al final a la nada.
La triple alianza que denunciara Kraus –tinta, técnica, muerte- (hoy la tinta pasa a ser la imagen) conduce a la extinción del mundo aunque éste continúe siendo habitado por robots. Ni la ciencia ni la técnica debieran ser un fin en si mismo. Es un error creer que el progreso viene marcado por su desarrollo, cuando debiera ser la liberación del ser humano y su felicidad lo único que lo justificase. Lo otro es una falacia más, sitúa a la economía, la presión del dinero, el enriquecimiento material como única justificación de la existencia humana. El progreso ha llevado no solo al desarrollo tecnológico y científico, sino también a los genocidios, a la extensión de las sociedades carcelarias, a la sofisticación de los métodos de tortura, al poderío militar y policiaco, la tiranía del mercado, a la violencia represiva como ley del poder, al envilecimiento de la moral, de la explotación sexual, de las mafias organizadas y su control por organizaciones corruptas que tienen sus brazos entroncados en poderosas estructuras económicas, en aparatos jurídicos y policiales, en representantes políticos, al vaciamiento de lo que son grotescas formulaciones, como derechos humanos, justicia, Estado de derecho, orden social y mundial.
Concluimos esta primera aproximación al tema con una cita de Karl Kraus que sirve sobre todo para definir el vaciamiento del lenguaje, no solo en los medios de comunicación o los discursos políticos, sino en gran parte de la creación literaria y artística de nuestros días:

En todos los campos de la renovación social y cultural somos testigos de esta explosión de la frase hasta hacerse algo fáctico, hasta convertirse en hecho, en acción. Una fraseología tan preñada de hechos que, en lucha con el progreso técnico, ha sobrevivido a toda una guerra mundial en la que desenvainó la espada para luchar con gas hasta las últimas consecuencias.

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CARTAS DE LOS LECTORES


Querido Andrés: La idea de crear La Antorcha del siglo XXI es excelente y el hecho de fundamentarla sobre el pensamiento y la significación de Karl Kraus me ha dado un vuelco al corazón. Cuenta con mi total apoyo. Voy a colaborar con mucho gusto y desde ahora mismo.
Esther Bartolomé-Pons

Querido Andrés:
Enhorabuena por esa magnífica idea que has tenido. Realmente si hay un Karl Kraus entre nosotros, capaz de agitarnos y desestabilizarnos, ese eres tú.
Un abrazo y muchas gracias.
Juan Mayorga

Ánimo en la labor.
¿Por qué no un símil ONG a favor de la democracia de la opinión? De la libertad de expresión.
Cordiales saludos
Ricardo Martínez Conde

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COLABORACIONES.

MANUEL CUENYA. Karl Kraus y los periodistas.

Karl Kraus, mago encolerizado, bajo cuyo manto aún resuena la azul coraza del guerrero, fue uno de los pensadores más corrosivos del pasado siglo, un todoterreno de las letras.
A estas alturas, y en momentos en que los periodistas están literalmente enganchados por las pelotas, serviles a las causas empresariales y así en este plan de planes, porque en nuestro país todo lo manda el dinerito, muy pocos se acuerdan de su genio y su figura.
Kraus fue algo así como nuestro Ramón Gómez de la Serna en versión austríaca. A este ensayista también le entusiasmaba escribir aforismos disparatados (aunque con mucho trasfondo) como al bueno y greguerístico Ramón. Algunos de estos aforismos los escribió contra la corrupción de la prensa, que ya por aquel tiempo exhalaba cierto tufillo, pero muchos otros los escribió contra los estetas, políticos, psicólogos, estúpidos y eruditos. Qué Venus nos coja confesados.
Si Kraus fue un sátiro que se rebeló contra la sociedad de su tiempo, poniendo a parir a los periodistas, y a otros, Baudelaire fue poco menos que un chulo puta de los versos. El asunto es vivir bajo el signo de la pura espiritualidad, o de la pura sexualidad, que funda esa solidaridad del literato con la prostituta. Como es el caso de Baudelaire, que daría para al menos otra reseña.
Kraus fue como una especie de demonio para quienes se dedicaban a la opinión pública. Así pues, tengamos cuidado con este ilustre personaje. Se cuenta que acostumbraba a dormir de día, y en esto también se parece a Ramón, y trabajar de noche. La sátira era su razón de vida. En ella, o a través de ella, hizo su resistencia y se convirtió él mismo, como nos dice Elías Canetti
-uno de sus discípulos-, en una escuela de resistentes.
Redescubrir a Kraus es como sentirse más cerca de la putrefacción. Leyendo y releyéndolo uno se queda como fuera de juego. Es tal su chispa que te dan ganas de no volver a escribir ni una línea más en toda tu vida. Su visión de la realidad es demoledora. “Todos pueden escribir y entender y solo el azar social decide quién destaca como escritor o como lector en esa horda de gallinas que avanzan en contra del espíritu”. “Los periodistas, al menos, comunican lo que oyen, sienten y ven, aunque a veces prostituyan sus intereses en aras de una ideología omniscente y devoradora. ¡Qué sonoro es todo!”, exclama. A este monumental escritor se le ocurrió la utopía -vaya ocurrencias señor mío- de hacer un periódico objetivo, que no funcionara como instrumento del poder. Sin embargo, era consciente de que la maquinaria de un periódico necesita de frases, mano de obra y un mercado como una fábrica. Y que en realidad se dedica a comerciar con el pensamiento.“Los periodistas dicen: ¡sin nosotros no habría cultura!Los gusanos dicen: ¡sin nosotros no habría cadáver!”El cadáver exquisito y surrealista está servido.El día del Juicio Final -nos anuncia Kraus- no sólo se abrirán las tumbas sino también los libros de lectura. Pues que se vayan abriendo.

1 comentario:

maravillas dijo...

Lo he leído varías veces. Pero no puedo escribir por escribir (tan a la moda); ni animar por animar, no es mi deporte. Pero… ¡ES TAN NECESARIO LO QUE ESTÁS HACIENDO QUÉ…! Sólo me queda decir: ¡por fin volvemos al periodismo! Esa información sin censura. Prensa de pensamiento libre, insubordinado, pero elegante en su forma, incisivo en su fondo, informativo en la palabra. Empezamos a pensar que algo no va, y necesitamos un espacio para comunicar ese pensamiento, aunque sólo sirva para desahogar rabias, con coraje; y no idiotizarse. La Literatura, Maestro, es también otra forma de comunicarse y ahí llevas una excelente carrera, de largo aliento. Salud, y que el fuego de la palabra prenda la llama de esta Antorcha del Siglo XXI ¡Larga vida a la libertad de expresión, el pensamiento y el diálogo!

La Linterna del S. XXI